sábado, 27 de julio de 2013

POMACOCHA, ANDAHUAYLAS: Una reflexión con motivo de sus Bodas de Oro.



  Leocadio Ccaccya Enciso.
 Pomacocha como pueblo tiene 400 años de existencia; pero, por tradición celebramos solamente los años de vida distrital. Se cuenta los años del pueblo como recién se hubiese fundado con la creación del distrito.

El pueblo Pomacocha es registrado, como doctrina, por los españoles,  por primera vez en la historia, en el año 1613*; Pomacocha tenía ese status igual a la de otros pueblos de Andahuaylas, vale decir, era independiente porque no era parte ni dependía de otro pueblo; fue doctrina durante nada menos que 170 años. Posteriormente en 1785, Pomacocha junto a Omamarca (hoy Umamarca) pierde el status de doctrina y pasa a formar parte de la doctrina Pampachiri como Anexo. Los españoles, en 1613, no constatan el momento de la fundación ni lo fundan, registran como un pueblo existente en un padrón. Es difícil saber cuándo se fundó, probablemente quede en el misterio a falta de documentos escritos. Se podrá especular, mas no probar.

Centro Educativo 54100, primaria.
El 21 de agosto de 1963, luego de 350 años de vida como pueblo, de los cuales, 178 años de vida como anexo, por Ley N° 14630, se crea el distrito Pomacocha. Nuestro pueblo, no es pues, de reciente data; es un pueblo que resistió a la opresión del yugo colonial, por cientos de años vivió sin desaparecer en las funestas condiciones de la época colonial; y, en la época republicana, aparte del olvido y el desinterés del Estado (en buena cuenta el solo olvido hubiese sido menos azaroso), hasta hace poco, sufrimos el abuso y atropello de los gamonales. El gamonalismo en Pomacocha, representado por los mistis o qalas, qué duda cabe, fue la continuación de la dominación colonial a la cual fueron sometida los pobladores de las comunidades andinas. La proclamación de la independencia del Perú fue un acto formal, en la realidad para los gamonales la independencia no alteró su status de opresor, ni los pueblos como Pomacocha adquirieron su libertad plena ni su independencia. Hasta los años 50 y comienzos de los 60, del siglo pasado,  en Pomacocha la ley era letra muerta, no se respetaba ni la dignidad de la persona humana, en esas condiciones no podíamos considerarnos plenamente libres, pues, había una subordinación de facto, con los derechos y las libertades reducidas a su mínima expresión. Un pueblo con sus hombres oprimidos poco podía hacer por su desarrollo.

Esta situación es la que motiva y crea una corriente, en Lima, dispuesta a poner fin al abuso y al atropello, son ellos quienes  se proponen la creación del Distrito y, en efecto, logran revertir la dependencia política, en parte, se concreta, influenciado por  la reforma agraria realizado por Velasco. Pero, se debe tener presente también, que apenas habíamos salido de este drama, hemos tenido que padecer las consecuencias del conflicto interno ocurrido en el país, es decir, del terrorismo, donde el pueblo estaba, literalmente, entre la espada y la pared, no hay que olvidar que Pomacocha es uno de los pueblos donde el conflicto interno se desarrolló en una intensidad alta.

Casa de la Cultura.
Esta precisión no tiene afán de dramatizar, ni mucho menos, justificar el subdesarrollo de nuestro pueblo. No es momento de responsabilizar al Estado, ni a alguien en particular, de nuestra endeble situación socioeconómico, es momento de reflexionar y comprometernos con el destino de nuestro pueblo. Pero, es también oportuno precisar que, si antes soportamos un perjuicio externo, por parte de otros, hoy el perjuicio está en algunos de sus propios pobladores. Hoy Pomacocha padece de la soberbia y el envanecimiento de quienes fungen saberlo todo y se creen los estadistas capaces de conducir al pueblo a su parecer sin escuchar a la población, padece de quienes en su afán de capturar el poder, o de conservarlo, tratan de desprestigiar a su adversario político, o un potencial adversario, utilizando los métodos más reñidos con la moral y las buenas costumbres; el servicio al bien común es para la propaganda, la finalidad asolapada y real, es el satisfacer intereses particulares; el argumento y la razón, por más buenas que sean, no cuentan si alguien es considerado un adversario. El otro padecimiento de Pomacocha es la indiferencia de sus habitantes, jóvenes sobre todo, algunos se entiende, por cuanto alguien sensato, no está dispuesto a pelearse en un escenario donde la razón no va a primar y donde del consenso no se sabe nada.

Repartición en Pucaccasa.
Como consecuencia de aquello, no somos un pueblo unido y fuerte, somos una serie de individuos en competencia por el interés particular y la satisfacción del ego individual; y, repelidos entre sí, como los polos opuestos de un imán, por la soberbia y la vanidad.

Hoy cuando cumplimos 400 años como pueblo y 50 años como distrito es momento oportuno y clave para reflexionar, analizar y hacer catarsis, hay que empezar reconociendo nuestros errores y haciendo una autocrítica sincera; empecemos sumando voluntades y creando consenso.

En esta fecha especial, bodas de oro, en lugar de los festejos pomposos, es oportuno preguntarse ¿Qué hicimos por Pomacocha? ¿En qué situación se encuentra y hacia dónde va? ¿Qué debemos hacer?, hay que empezar de un real reconocimiento de lo que fuimos, de lo que somos y de lo que queremos ser.

Local de la Municipalidad Distrital.
Si queremos empezar a construir, o seguir construyendo si se quiere, es necesario elaborar un Plan de Desarrollo Distrital, establecer proyectos de corto, mediano y largo plazo, no un Plan producto de la “genialidad” de unos cuantos. Elaborar un Plan requiere de un estudio previo a cargo de un equipo multidisciplinario de técnicos y profesionales, para finalmente aprobar por consenso y dar legitimidad. Esta debe emerger de una convocatoria en la que participen todos, sin excluir y dejar resquicio para los cuestionamientos, vale decir, un Plan en la que todos estén de acuerdo y todos lo respeten.

Vivienda y carretera hacia Pomacocha en Pucaccasa, Titayhua.
Este Plan puede ayudar a que la construcción sea encadenada, donde en un cambio de mando de una autoridad, el siguiente continúe lo mismo; y, evitar lo que ahora ocurre, donde la conducción del pueblo es un festín, sin lealtad y carente de sensibilidad social, cada autoridad que asume impone su criterio interesado, en algunos casos motivados por la voluntad de hacer, pero sin criterio técnico y sin priorizar las necesidades. Puede ayudar también, a fijar una visión común, a tener la idea clara de hacia dónde queremos llegar y qué queremos construir.

 Así como el país tiene el CEPLAN 2021, así como cualquier obra humana que se considere serio requiere de un Plan, la mirada de la Comunidad en pleno, para empezar, debiera centrarse en el Plan de Desarrollo Distrital. Es obvio que un Plan no soluciona nada, es el inicio de un proyecto, pero nos da un compromiso y obligación sobre un objetivo.

No se está sugiriendo un Plan pétreo e inmodificable, de lo que se trata es de no descarrilarse de las estructuras maestras de ese Plan y tener una visión común, así como cuando se quiere construir un edificio, primero se elabora un plano de lo que se quiere construir, se tiene una visión clara de lo que se quiere hacer, del mismo modo, al tener un Plan no se puede modificar a mitad de construcción las estructuras básicas, pero cabe la posibilidad de adecuar algunos cambios cuando la realidad y la necesidad lo imponen.

Para conducir a Pomacocha hacia el desarrollo se requiere hacer cambios estructurales, abandonar las estructuras tradicionales e imaginar una nueva, para eso no basta la voluntad, como escribió Alberto Flores Galindo “Pero es cierto que las pasiones no basta. Cuando se trata de cambiar radicalmente las cosas se requiere de alternativas y proyectos, de planes y programas”.

Plaza de Armas de Pomacocha.
Abandonar una forma de vida tradicional de la población no es fácil, sé que hubo algunos intentos, y que la raigambre tradicional se impuso aplastando las ideas nuevas, no se trata tampoco de aniquilar una forma de vida enraizada en cientos de años, de lo que se trata es de adecuar para el aprovechamiento de la ciencia y la tecnología en beneficio del bien común.

En Aukimarca.
La educación es otra de las secuelas de nuestro subdesarrollo, sobre el cual ya hice un comentario*. Sabemos que sin educación no saldremos de la pobreza. Pero, es importante recordar que en 1983 se creó el Colegio Secundario de Menores, antes (mucho antes solo estudiaban los hijos de los mistis y la mayoría de los pomacochanos eran analfabetos) se tenía las dificultades de estudiar en otro lugar, alejado de la familia, con los gastos que aquello ocasionaba, como consecuencia de esas limitaciones no todos estudiaban secundaria o lo hacían sin el apoyo de los padres en un pueblo foráneo. La primera promoción que salió del Colegio secundario fue del año 1987, de allí a la fecha, se formaron 24 promociones; entonces, estamos hablando de toda una nueva generación de pomacochanos que por lo menos cuenta con secundaria concluida y en algunos casos con estudios superiores. Cuando se creó el Colegio se depositó la confianza en la educación, para crecer como pueblo, en los futuros niños y adolescentes; hoy, nosotros somos esa nueva generación que no podemos evadir a nuestra responsabilidad social, no podemos ni debemos ocupar el papel de cómodos espectadores del discurrir de la historia, es hora que pongamos el hombro en la construcción de un pueblo digno.

Centro de Salud.
Emprender el desarrollo Pomacocha significa poner la razón delante del interés particular, desterrando la incomprensión, significa tener vocación social en servicio del bien común, significa proyectar haciendo prevalecer un criterio racional, significa vencer las divergencias y, lo más importante llegar a un consenso, donde se requiere convenir y pactar la unidad fijando un objetivo único.

Emprender el desarrollo de Pomacocha equivale a que sus propios pobladores tomen la iniciativa con las herramientas que nos dan el mundo globalizado. No podemos permanecer en el esquema de pedir asistencia social al Estado, que no la rechazamos y bienvenido que sea, pasemos a solicitar el financiamiento de proyectos concretos, no solo al Estado, sino a las agencias de cooperación internacional. No creemos que la política económica de libre mercado sea el adecuado para nuestros pueblos, pero no por ello podemos orientar, todas sus fuerzas del pueblo, a luchar por un nuevo orden social, hay que aprovechar, mientras tanto, la bonanza económica por la que atraviesa el país. Debemos convencernos que el Estado, por propia voluntad, no a va solucionar nuestras carencias, no lo hizo cuando en la época del guano tenía posibilidades económicas, no lo está haciendo hoy, cuando a decir de José Matos Mar, estamos macroeconómicamente en mejores condiciones que la época del guano, es decir, hoy el Estado teniendo más dinero que en toda la época Republicana no tiene la voluntad de resolver nuestras carencias.

(**) Ver: http://leocadioccaccya.blogspot.com/2013/04/la-educacion-en-los-andes-quienes-son.html


Andenerías construidas con el asesoramiento de una ONG.



Wambar, envace de cuerno para llevar consigo chicha o licor.
Roca gigante con extrañas deformaciones en la cima de Aukimarca. La toma muestra una parte de la roca.