Leocadio Ccaccya Enciso
El
Centro Regional de Pomacocha (CRP), fundada el 2 de julio de 1954, es una
asociación conformada por los pomacochanos residentes en la ciudad de Lima.
Tiene básicamente dos objetivos fundamentales:
- Contribuir al progreso económico, social y cultural del distrito Pomacocha, dicho de otro modo, trabajar por el desarrollo de nuestra Comunidad Campesina, y
- Cultivar los sentimientos de unión, confraternidad, solidaridad y respeto mutuo de sus asociados llevando a cabo actividades culturales, sociales, deportivas y recreacionales.
Sin embargo, en la práctica, organizativamente el CRP ha devenido en una organización intrascendente, insignificante para los intereses del pueblo, ha trasmutado a un barco de papel en altamar, débil y sin brújula. Si tiene vida orgánica es gracias a las fiestas costumbristas y el campeonato, pero en ambos casos es tal, por el interés religioso o de diversión y el interés deportivo de los pomacochanos y no un mérito de organización; en ambos generalmente prima el interés individual, el interés particular. El CRP organizativamente está como el fútbol peruano, que vive de glorias pasadas.
No obstante, debe quedar claro, que el CRP es una creación acertada e imprescindible, su objetivo está bien establecido. Hay visión en el papel, pero en la práctica carece de una vida orgánica sólida y padece de casi la nula ejecución de sus fines, particularmente en el de aportar al desarrollo de la comunidad. Si el CRP fue creado para tales fines, la razón de su existencia se justificará en tanto y en cuanto realice acciones para el desarrollo de Pomacocha y promueva actividades que permitan relacionarse y ayudarse entre pomacochanos residentes en Lima.
Lo esperanzador es saber que son muchos los que quieren cambiar la realidad de Pomacocha, tienen la intención y hasta realizan acciones aisladas, pero toda esa fuerza, toda esa corriente hay que juntar, hay que amalgamar, para todos emprender el desarrollo que queremos. No se puede emprender el desarrollo disipando fuerzas. Es necesario fijar una meta común, el objetivo es uno solo, se llama Pomacocha, siendo así, tenemos y debemos consensuar una forma, una en el que todos estén de acuerdo. Por su historia, por su trayectoria y su legitimación social el CRP debe ser en Lima el centro de diálogo y concertación. Por ello es indispensable que todo pomacochano residente en Lima esté vinculado al CRP.
Creo yo, que para emprender el desarrollo de Pomacocha se requiere la unidad y el consenso, por ello el CRP es el espacio adecuado, es el espacio ideal para debatir y acordar qué hacer. El CRP debe ser el vehículo conductor de las ideas para Pomacocha, el canal por donde debe discurrir el esfuerzo de los residentes en Lima para amalgamar y reforzar con las ideas de los habitantes de nuestra comunidad y los que vengan de otras ciudades como Andahuaylas.
No obstante, antes, será necesario superar algunos obstáculos que son consecuencia de algunos males crónicos que hoy dañan al CRP en sus 60 años de vida. Entre otros habrá que vencer lo siguiente:
1. La
indiferencia. No es
que el CRP de Pomacocha sea una organización anticuada, para nada, es más bien,
acorde y necesaria para los intereses de Pomacocha. La indiferencia es un mal crónico del CRP,
donde nosotros somos los agentes patógenos que ocasionamos esa maldad que repercute
directamente en Pomacocha. No es tampoco que el CRP sea una “propiedad” de unos
cuantos o el club de los mayores, parece así porque solo ellos siguen activos.
La mayoría hemos abandonado y con ello se ha castrado su operatividad dejando
en letra muerta los fines para lo que fue creado.
2. El
individualismo a ultranza.
Dicen que el egoísmo incentiva la creatividad, el invento y ello nos arrastra
al progreso, sin embargo, la realidad ha demostrado que el progreso en el libre
mercado consiste en la acumulación desmedida de riqueza por unos cuantos y no
chorrea como se nos “vendió” a los pueblos como Pomacocha. En todo caso, en
Pomacocha hace falta crear las condiciones para hacer emprender en igualdad de
condiciones a nuestros compueblanos, o por lo menos en mejores condiciones que
la actual.
El individualismo a ultranza en
Pomacocha es como decir “sálvese quien pueda” en esta jungla salvaje de la
llamada economía de mercado, sé que a algunos les va bien. Pero ello solo acaba
en el beneficio individual, pero ¿qué del aspecto profundamente humano?: La
solidaridad y la empatía. Para muchos no existe. Por ello, me dirijo a aquellas personas que aun estando fuera de su
comunidad tiene un compromiso y un deber social para con sus familiares, para
con su pueblo de origen, a aquellos que piensan en los demás. Si es que el
valor solidaridad, si es que la empatía aún tiene sentido y nos acordamos de
practicarla hay que hacerlo dando prioridad a Pomacocha. No hay que olvidar de
donde descendemos, no hay que ignorar de dónde venimos.
3. La
politiquería como método de organización. La política es lucha por el poder. En el CRP hay un
permanente conflicto por el poder de dirección. El conflicto por el poder no es
malo. El móvil, es decir, el para qué tener el poder sí importa. Unos persiguen
el poder para servir al bien común, otros con el único fin de sacar provecho
para un interés personal o para satisfacer sus egos. Lo inaceptable es que en
el conflicto por la lucha por el poder en el CRP se ha llegado a intrigas y bajezas,
utilizan los métodos de la politiquería y se ufanan estrategas políticos, esa
es una de las razones del resentimiento y la desunión, es también el motivo de
alejamiento de algunos.
¿Para qué quieren el poder? Dinero en
el CRP no hay. Cada uno evalúe y saque su conclusión, si el prurito por el
poder es por vocación de servicio o por intereses personales.
4. La
aventura de ser dirigente.
Para la dirección y conducción, tanto de Pomacocha como las organizaciones
representativas, son esenciales varias cualidades entre ellas la capacidad y la
responsabilidad. El CRP tuvo dirigencias que ni siquiera tenían claro su
finalidad, casi todos asumen el cargo sin saber para qué, muchos postulan al
cargo con el único interés de ser dirigente del CRP, desconociendo que asumen
una alta responsabilidad. Me remito a los hechos y la realidad, la contribución
hacia el progreso de Pomacocha en aspectos claves como la educación e
infraestructura es casi nula. La desunión de los pomacochanos en Lima es consecuencia
de una desacertada dirección, la divergencia es por aspectos tan
insignificantes y fútiles. Es risible de cómo nos peleamos por pequeñeces, ello
demuestra nuestra falta de capacidad concertadora, nuestra falta de humildad y
tolerancia con quienes tiene una forma de ver e interpretar el mundo de una
manera distinta. Si es que no somos capaces de persuadir a quienes yerran,
demostramos ineptitud.
5. “Si
no lo hago yo que no lo haga nadie.”
Aunque corresponda, nada tiene que ver esta frase con el pensamiento de Alan
García. Es una práctica malévola e interesada de algunos dirigentes y
autoridades. Una vez en el poder o en sus intentos de llegar al poder
descalifican cualquier propuesta o desacreditan al autor, anulan cualquier
acción, conspiran para que no prospere algún proyecto que no haya nacido de él.
Su mentalidad tiene límites en donde sólo es bueno si lo hace él. Así, tenemos
a quienes apenas han pisado una universidad o un instituto superior o quienes han
adquirido alguna experiencia y se creen los sabiondos, más aspiran a
engrandecer su ego con el látigo de la soberbia.
Digo yo, tal vez la opresión y el
abuso histórico que pesó sobre nosotros hacen que al detentar un pequeño poder
actuemos cual encomenderos, cual gamonales y cual “mistis” sobre nuestros
hermanos. Si ello fuese así, aquello desnuda nuestra ignorancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario