Leocadio Ccaccya Enciso
En cada campaña electoral, la
pobreza de nuestras comunidades es la bandera de los candidatos. Lo que no está
mal. Todos dicen tener vocación de servicio para el pueblo, afirman que el principal
motivo por lo que postulan es la calamitosa situación socio económico en que están
sumidos nuestros pueblos. Siempre prometen cambiar aquella situación.
Nuestros candidatos son tan
solidarios y empáticos, son filántropos ocasionales, echan la mano a la
billetera y gastan en campaña, algunos más y otros menos, para pedir la
oportunidad de servir a su pueblo. Aseguran que no tienen ningún interés de
aprovecharse. Aunque no tengan propuestas y carezcan de planes de desarrollo, según ellos el compromiso basta.
Comunidad Campesina Pomacocha |
Durante el debate en la campaña, candidatos, militantes, simpatizantes y/o comuneros coincidimos en algo:
todos queremos el desarrollo para nuestros pueblos. Todos queremos lo mismo.
¿Tamaña voluntad realmente existe?
En teoría, si todos queremos lo
mismo, no habría ningún impedimento para realizar. Sin embargo, muchos en la
práctica, por el contrario, con sus actitudes impiden su realización y hasta
luchan para que no se realice.
Estancia en Pomacocha |
Pero aquello depende mucho
también de los elegidos y de quienes tienen un cargo público, en contraposición
de lo ofrecido no cumplen su promesa, no practican la concertación. Una vez en
el cargo se creen los reyezuelos, se creen el que todo lo sabe y conoce, en el
mejor de los casos aparentan escuchar las sugerencias mas no lo toman en cuenta
y hasta rechazan. Una vez en el poder el ego es más grande que su pueblo.
Confunden autoridad con soberbia.
En la práctica estas actitudes
son castigadas por los electores, no eligiendo o no volviendo a elegir. No es que el elector se vende por un plato de
lentejas. Es poco serio y antidemocrático considerar a nuestros compueblanos
como unos “tarados” que venden su voto por unos regalos. Es arrogante tratar como ciudadanos de segunda a nuestros semejantes. En nuestras
comunidades los candidatos tienen la oportunidad de llegar uno por uno a los
electores. Nos conocemos entre todos. Los psicosociales y la guerra sucia no
definen.
Comunidad Campesina Tumay Huaraca |
Pasada las elecciones, es momento
de demostrar con hechos lo que se ofreció hasta la saciedad. Ganadores,
perdedores y todos en general pasemos del discurso a la práctica, cada uno desde
el lugar en que, socialmente, estemos ubicados. En democracia, realizada las elecciones se
debe aceptar los resultados, no es democrático presagiar o provocar el fracaso
cuando es electo el candidato que no fue de nuestra simpatía.
Que nuestros pueblos sufran las
consecuencias de la indiferencia de la clase política es repugnante, que
también padezca las consecuencias del olvido de las autoridades regionales
es doblemente repugnante, pero que
nuestras comunidades además carguen las consecuencias de la fútil zancadilla
por el ego y la soberbia de sus propios hijos en perjuicio del pueblo es terriblemente vergonzoso.
Comunidad Campesina Huayana |
Es hora de adecentar la política
desde abajo, con el ejemplo. No perdamos la esperanza, esto puede y debe
cambiar, nosotros debemos de hacerlo.